Resumen:
Las lenguas aglutinantes, como indica su
nombre, son las que agrupan en una sola palabra varios elementos, cada uno de
los cuales posee una significación fija e individual. A la raíz de la palabra
se le añaden los afijos (los prefijos se colocan delante, los infijos* van en
el centro de la palabra y los sufijos se colocan detrás de la raíz).
Aquí tienes
9 idiomas aglutinantes de diferentes continentes para estudiar cómo funcionan:
·
En aimara, la forma iskuylankañapkama "mientras
(él/ella) esté en la escuela" puede segmentarse en morfemas de la
siguiente manera iskuyla-n(a)-ka-ña-p(a)-kama, donde
iskuyla es escuela
-na es un
inesivo que significa en
-ka verbaliza
el tema precedente iskuylan(a)
-ña nominalizador
que empaqueta lo anterior bajo la construcción nominal
compleja "(el estado de) estar en la escuela"
-pa posesivo
de tercera persona "su", que hasta aquí traduce "(el estado de
que él o ella) esté en la escuela"
-kama es un
morfema agrupador/alcanzador, que aquí traduce por "hasta",
"mientras"
·
En finés, la forma taloissani "en
mis casas" puede segmentarse de la siguiente forma: talo "casa"
+ i marca de plural + ssa marca del inesivo("dentro de") + ni sufijo
que indica al posesor de primera persona del singular ("mi, mis"); la
forma uidessani "mientras que nado" se construye
sobre uida "nadar" y ssa y ni como
anteriormente.
·
En turco, la construcción es muy similar: a
partir de ev "casa" se forma: evler "las
casas", evlerim "mis casas", y luego evlerimde "en
mis casas".
·
En vasco podemos construir, a partir de una
palabra simple como etxe"casa", una amplia gama de
casos: etxea "la casa", etxeak "las
casas", etxeko "de la casa (perteneciente a la
casa)", etxera "a la casa (en dirección a la
casa)", etxerako "que va a casa (lit. "de a la
casa")", etxetik "desde la casa", etxeraino "hasta
la casa"; la gama de casos es mucho más variada cuando se trata de nombres
animados: así de gizon "hombre", tenemos gizona "el
hombre", gizonaren "del hombre", gizonarekin "con
el hombre", gizonarentzat "para el hombre", por
poner sólo unos ejemplos.
·
En japonés, amarisamukunakattadeshō ka "No
hacía tanto frío, ¿verdad?" se descompone en: amari "no
tanto" + samui "frío" + kunai para
el negativo + katta para el pasado + deshō un
tipo de condicional que suaviza el ka, que es una marca del
interrogativo.
·
En guaraní, partiendo de la raíz guata,
proceden: aguata: "(yo) camino", aguatáma:
"ya he caminado", aguatáne: "habré de
caminar" aguatamírõ: "si caminara", etc.
·
En esperanto, de la raíz bov, pueden
crearse y derivarse palabras como: bovo (toro), bovino (vaca), fibovo (toro
repugnante), boveto ("torito", diminutivo), bovejo (corral
de toros), bovaro (manada o conjunto de toros), bovetaro,
etc.[1] [2] Incluso, a través de los afijos, se pueden crear estructuras complejas
que permiten crear nuevas palabras, las cuales no se pueden traducir a la
mayoría de los idiomas en forma de palabras. Por ejemplo, la palabra
figebovetarejo (fi-ge-bov-et-ar-ej-o), que traducido al
castellano sería: Corral de manadas de vacas y toros que son pequeños y
repugnantes.
·
En náhuatl, lengua principal del imperio azteca, el nombre de la antigua ciudad
de Teōtihuacān puede
ser analizado así: teō(tl )'dios' + -ti [estativo]
> teōti 'tener naturaleza divina' + -hua [voz
pasiva] > teōtihua 'ser hecho dios, deificar' + -cān 'lugar'
> Teōtihuacān 'el lugar donde fueron hechos dioses' en
referencia a la leyenda de cómo se crearon el sol y la luna en ese lugar.
·
En inuktitut,
lengua de los esquimales de
Groenlandia, es fuertemente aglutinante: así atuartariqalirpuq 'empezó
a tener que estudiar' puede segmentarse en atuar 'estudiar'
+ tariqa 'deber' + lir 'empezar' + -p indicativo+ -u marcador de
transitividad + -q 3ª persona del singular.
*Un infijo es un tipo de
afijo que se inserta en el interior de una raíz, prácticamente partiéndo
la raíz en dos. Aunque en la literatura lingüística se lo confunde con el
término "interfijo", técnicamente no son iguales, dado que un
interfijo se coloca en medio de dos morfos, no en medio de un solo morfo como
es una raíz. Tipológicamente este tipo de afijos son raros en las lenguas del
mundo. Por ejemplo, el protoindoeuropeo tiene un infijo *-n- aún presente residualmente en latín y ensánscrito:
(latín) raíz vic- 'vencer', vinc-imus 'vencemos'
frente a vic-tus 'vencido'.